

















Llucasaldent Gran Restaurant
La cocina y hospitalidad menorquina en su máxima expresión
El equipo dinámico de marido y mujer, Germán y Cristina, están al frente del Llucasaldent Gran Restaurante y bajo su supervisión vigilante y amable, cenar aquí es de primera categoría. Con más de treinta años de experiencia en la industria, Germán no solo toma tu pedido, sino que trabaja con el chef para crear cada plato del menú. Y los platos que han ideado son nada menos que creativos, deliciosos y bien pensados. Es poco probable que hayas probado las combinaciones únicas que salen de esta cocina, y cada uno a la temperatura perfecta, con la porción ideal y la combinación perfecta de texturas.
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Alta Cocina
Experiencia gastronómica solo para adultos, que ofrece cocina gourmet, servicio impecable y un ambiente refinado
Restaurante Rural
Ubicación rural en una finca de agroturismo, especializada en ingredientes frescos y de origen local y en los sabores clásicos menorquines
€40 - €60
Costo promedio por persona para comida y bebida, excluyendo artículos especiales


Llucasaldent Gran Restaurant: Cocina y hospitalidad menorquina en su máxima expresión
El equipo dinámico de marido y mujer, Germán y Cristina, están al frente del Restaurante Llucasaldent y bajo su supervisión atenta y amable, la experiencia gastronómica aquí es de primer nivel. Con más de treinta años de experiencia en la industria, Germán no solo toma tu pedido, sino que trabaja con el chef para crear cada plato del menú. Y los platos que han ideado son nada menos que creativos, deliciosos y bien pensados. Es poco probable que hayas probado las combinaciones únicas que salen de esta cocina, y cada uno a la temperatura perfecta, con la porción ideal y la combinación perfecta de texturas.
Hay clásicos menorquines en el menú que han sido elevados para representar una versión sofisticada pero auténtica del original. Podrías comer todas las comidas del día durante una semana en este restaurante y nunca aburrirte. Y la calidad de cada plato - no solo los ingredientes - sino la técnica y la ejecución - hacen que esta sea la mejor comida que he probado en la isla hasta la fecha.
Para mí, el pan y el vino son componentes clave al evaluar la integridad de un restaurante. Restaurante Llucasaldent pasó esta prueba con gran éxito. El vino Llucasaldent es una mezcla perfectamente ácida pero redonda y exuberante que combinó bien con toda nuestra comida. Su pan fresco es fuera de este mundo: crujiente por fuera y esponjoso por dentro, con la cantidad justa de sal, y servido junto al delicioso aceite de oliva de la finca: mantecoso, fresco, perfecto. Podría haberme detenido ahí, pero tuve la suerte de ver a Germán sirviendo a la pareja junto a nosotros el Oliaigusopa, un momento teatral gastronómico cuando la vista y el olfato conducen a una explosión de sabor inolvidable, dulce y salado. Altamente recomendado.


También tuvimos el placer de disfrutar la versión de Llucadaldent de un formatjada , donde una vez más, elevan un clásico tradicional de la isla a un nivel que te deja sin aliento. Pasando a los platos principales, cuando le pregunté a Germán sobre el primer plato listado bajo “Mar”, me animó a elegir lo que él consideraba el más creativo de los tres: el risotto cremoso de trigo bulgur con una tuile de verduras de primavera y ñoquis de calamar. Fue fresco, creativo y elegante, y los sabores y texturas emocionantes. Mi esposo le preguntó a Germán qué recomendaría entre la selección de “Tierra” y él sugirió el cochinillo con papas. Colby estaba encantado y básicamente no pudo ni hablar hasta que terminó cada bocado, estaba así de bueno.
El postre fue el final perfecto para la comida perfecta. Probamos la interpretación del chef del tiramisú, con texturas y temperaturas inspiradoras, y la tarta de queso casera con helado de higo que solo desearía que viniera en una versión XXL.
La excelente comida y el vino estuvieron acompañados por un servicio impecable brindado con corazón y alma por el rey y la reina de la hospitalidad menorquina: Germán y Cristina. Me fui con una sensación de verdadera satisfacción que no había experimentado en un restaurante desde hace mucho tiempo. No puedo esperar para volver.
Restaurante de cinco estrellas.