














Llucasaldent Gran
Habitaciones
Doce habitaciones únicas completamente equipadas con acabados de la más alta calidad.
Doble Superior, Suite, Suite Deluxe y Casa Rural
Servicios
- Viñedos y huertos
- Terraza
- Piscina
- Restaurante
Experiencias
- Senderismo
- Ciclismo
- Equitación
- Masajes y tratamientos
- Talleres
- Visitas guiadas
- Bodas y Eventos
Sitio web
Descuento para miembros
Ofertas del Restaurante
- GRATIScopa de vino de la finca
- GRATISlata de aceite de oliva virgen extra (AOVE) de la finca
Ofertas de Agroturismo
- GRATISbotella de vino de la finca
- GRATISkit de bienvenida: bolsa de aseo de yute
- REGISTRO TEMPRANO: oferta sujeta a disponibilidad
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Itinerarios seleccionados
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Agroturismo
Ideal para viajeros que buscan un retiro tranquilo, el agroturismo combina la hospitalidad tradicional con el encanto rural
Restaurante en el lugar especializado en ingredientes frescos, de origen local y sabores clásicos menorquines
Chic Rural
Estate mantiene un alto estándar de auténtica herencia menorquina, con comodidades prácticas y modernas


Llucasaldent Gran: Hospitalidad Inigualable en el Corazón de Menorca
Ubicada al suroeste del encantador pueblo de Alaior y a solo minutos de la playa de arena blanca más larga de Menorca, la finca Llucasaldent Gran ofrece a sus huéspedes una ubicación ideal para relajarse, desconectar y disfrutar de vistas panorámicas de lo mejor de la isla: el mar brillante, el campo virgen y las icónicas casas y graneros mediterráneos encalados que salpican elegantemente el paisaje intacto.
Ubicada en una colina rodeada de 200 acres de tierras agrícolas, viñedos y olivares, esta finca ha sido exquisitamente transformada por el equipo de esposos, Germán y Cristina, en un agroturismo para adultos que combina a la perfección la elegancia rústica con una hospitalidad sincera. Viviendo en el lugar, Germán y Cristina gestionan cada aspecto de la finca ellos mismos, recibiendo a cada huésped con calidez, atención y un orgullo profundo por su tierra. “Estamos aquí para ofrecerte las mejores vacaciones posibles,” dice Germán, sonriendo desde su escritorio en su hermosa área de recepción que se llena con música de buen gusto de fondo. Y lo dicen en serio. Con una de las calificaciones más altas en reseñas de clientes en la isla, Llucasaldent Gran es más que un hotel: es una labor de amor.


Cristina, una guía local certificada, y Germán, un nativo de la isla, ofrecen mucho más que alojamiento. Su conocimiento interno está entrelazado en la experiencia del huésped, desde la organización de alquileres privados de barcos y visitas a playas escondidas, hasta paseos a caballo por bosques de pinos y picnics al atardecer en lugares apartados. Generosamente, dejan a cada huésped su contacto de Whatsapp por si tienes alguna pregunta o necesitas algo. Su lema personal—“La solución es el amor”—se refleja en cada gesto considerado.
Detrás de escena, un equipo dedicado mantiene la propiedad funcionando como un sueño. Como un auténticoagroturismo Llucasaldent produce sus propias aceitunas, alcaparras, uvas, huevos de gallinas camperas y frutas y verduras de temporada, muchas de las cuales terminan en tu plato de desayuno o en tu copa de vino al atardecer. A Germán se le puede ver la mayoría de las mañanas caminando por los terrenos y tomando notas, siempre observando, siempre mejorando. Para él y para Cristina, brindar a los clientes el más alto nivel de hospitalidad genuina es algo natural y con alegría.
Llegar a Llucasaldent es como entrar en un mundo pacífico y único. Cristina te recibe con su hermosa sonrisa y Germán te ofrece un recorrido personal por los terrenos antes de llevarte a una de las doce habitaciones para huéspedes, tres de las cuales se encuentran en un granero bellamente restaurado, conservando sus arcos originales de piedra marés, ahora reutilizados como impresionantes elementos arquitectónicos que conectan el patrimonio menorquín con la comodidad moderna.
La propiedad también cuenta con una villa que se puede alquilar, ideal para familias o grupos que buscan el privilegio de tener su propia casa pero con todas las comodidades que ofrece el agroturismo. Germán incluso entregará una paella en la villa, recién salida y humeante de la prestigiosa cocina Llucasaldent.


la finca, hay innumerables rincones para relajarse—elrelájate área sombreada por un impresionante dosel de moreras maduras y que alberga uno de los dos bares de honestidad de la propiedad, donde los huéspedes pueden preparar su propio cóctel y simplemente anotar lo que disfrutaron, para pagarlo después. La propiedad también cuenta con dos hermosas áreas de piscina para refrescarse y disfrutar de vistas panorámicas y cómodas tumbonas. Pero quizás una de las características más notables es lo que se encuentra bajo la superficie, literalmente. Germán y Cristina transformaron una red de cuevas naturales en una bodega de vinos con ambiente elegante y sobrio, un spa con sauna y un bar y salón revestidos de piedra donde los huéspedes pueden disfrutar de catas o tratamientos con total privacidad.
Para quienes buscan conectarse con la naturaleza, la propiedad también incluye un exclusivo sendero privado de 7 kilómetros, donde podrás caminar o andar en bicicleta entre los olivares de la finca, rebaños vecinos de ovejas y vacas menorquinas, ruinas prehistóricas y antiguos muros de piedra, todo recordándote lo mágica que es esta isla.
Cenar en Llucasaldent es una experiencia en sí misma. Ya sea su exquisito buffet de desayuno que presenta literalmente productos de kilómetro cero, su servicio de habitaciones para el almuerzo, o los platos elevados y deliciosos de la cocina menorquina e internacional en el menú de la cena, seguro que te encantará todo lo que salga de la cocina de Llucasaldent. El acogedor comedor, rústico pero elegante, y la hermosa terraza al aire libre ofrecen a los huéspedes dos ambientes atractivos para disfrutar de la comida. (Consulta nuestra reseña completa del restaurante en la Colección Eat/Restaurante Llucasaldent.)
Ya sea que vengas para descansar, por romance o para explorar, Llucasaldent Gran ofrece más que una estancia lujosa: ofrece la rara sensación de pertenecer verdaderamente a un lugar donde el tiempo se ralentiza y cada detalle se cuida con esmero. Un agroturismo de cinco estrellas.